No soy de aquí ni soy de allá.

Siempre que digo esa frase me imagino a mi mamá cantándola; no sé si en algún momento de la vida lo ha hecho en mi presencia o es la falta que me hace lo que la trae en recuerdos que quizás no existieron. Si no sabes a qué canción me refiero, clic aquí.

Hace algunos meses cuando empecé a conectarme con el tema del duelo migratorio y el desarraigo, quise investigar más porque como buen virgo y eneagrama #8, tiendo a buscarle explicaciones técnicas, científicas o psicológicas a las cosas, y fue cuando llegué al Instagram de Irene Paola Garza del Valle, una mexicana (@mentesenequilibro) que emigró a España y dentro de su proceso, surge una invaluable pieza ·libro· llamado “Ni de aquí, ni de allá”.

Cabe agregar que hasta ahora jamás me había interesado el tema y algo que he podido validar es que sólo lo entenderán a profundidad quienes se hayan relacionado con una migración, sea propia o de algún ser cercano e importante.

De este libro quiero resaltar la comprensión detallada del duelo migratorio como un proceso de pérdida de muchos aspectos de tu vida; representa perder tu identidad, tu cultura, tu idioma, tus hábitos, tus horarios (entre otros) y son muchas pérdidas a la vez, retos que seguramente trataré en otra historia.

“Lo peor que me podía pasar era sentirme muerta en vida, no conectada a las cosas que le dan sentido a mi vida: mi trabajo y mis relaciones».”

Ni de aquí, ni de allá. Irene Garza.

Irene explica que existen unas etapas similares al fallecimiento de un ser querido, sin embargo el duelo migratorio quizás pueda durar por mucho tiempo o el resto de tu vida, representado en una nostalgia eterna por querer estar allá (pero no pertenecer), y disfrutar del aquí (pero sin tener raíz).

En este tiempo viviendo lejos de mi país, he tenido momentos donde me veo tentada a sentirme desagradecida cuando tengo días de nostalgia ·porque sé que soy muy afortunada· pero es un alivio saber que esto es normal y hace parte de mi duelo.

En culturas como la nuestra, la familia cumple un papel base en nuestras vidas y seguramente es eso lo que más añoramos del país que dejamos; hay tristeza, hay apego, pero esto no significa que dejemos de valorar las buenas oportunidades y todo lo lindo que estemos encontrando acá.

Por ahora me quedaré cantando la canción mentalmente mientras sigo asimilando los ires y venires de la decisión que tomé, y como me dijo mi buen amigo Chicho, “cada vez se irá acomodando más tu vida, un día a la vez”✈️